miércoles, 13 de marzo de 2013

PROBLEMAS ENTRE TALGO Y CAF EN EL AVE DE BRASIL

Máxima tensión en el AVE de Brasil. Fomento ha lanzado un ultimátum a las empresas interesadas para que se cree un único consorcio español con el que pujar en el megacontrato valorado en 3.500 millones, pero Talgo y CAF son reticentes a participar juntos.
En breve, el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, convocará a una reunión a ambas compañías para explicarles la situación y advertirles de que si no se crea una candidatura única el grupo Fomento (Renfe Operadora, Adif e Ineco) no se presentará al concurso que une Río de Janeiro y Sao Paulo.
Aunque tanto Talgo como CAF no se han pronunciado oficialmente sobre su participación, la cartera dirigida por Ana Pastor no quiere que se vuelvan a repetir los mismos errores que ya se produjeron en el AVE a La Meca, en el que dos consorcios españoles comenzaron la puja por separado y Fomento les obligó a unirse. Gráfico: dos opciones españolas en Brasil
El resultado final en Arabia Saudí fue que España superó esta primera adversidad y se impuso al consorcio francés, pero la industria nacional no puede tropezar dos veces en la misma piedra y menos en un contrato en el que están interesados media docena de consorcios de gran nivel entre los que se encuentran la francesa Alstom, la japonesa Mitsui, la alemana Siemens o la italiana Ansaldo.

Uno de los problema de esta licitación es que comenzó con mal pie por un desacertado enfoque inicial de Fomento, que lanzó un mensaje equívoco al apoyar públicamente en el pasado salón ferroviario de Berlín (Innotrans) a Talgo como abanderado del proyecto español. Hasta aquí todo hubiera ido como la seda sino fuera porque a pocos metros del stand del histórico fabricante de la familia Goicoechea-Oriol se encontraba el expositor de CAF, que también confirmaba su candidatura al AVE a La Meca, pero sin el apoyo oficial de la ministra. La brecha estaba abierta sin comenzar el concurso.
Poco a poco, se fueron formando los dos consorcios en paralelo. Por un lado, Talgo, Abengoa e Indra iban poniendo en marcha su oferta. Por otro, Thales España, se sumaba a la propuesta de CAF. Así lo anunciaba Jesús Sánchez-Bargos, consejero delegado de Thales España, que auguraba que los dos consorcios deberían acabar en uno "y en esa negociación de unión tomaremos un papel activo", dijo. Paralelamente, otras empresas como Bombardier España también han mostrado su interés en participar.
A expensas de la reunión con Catalá, que se debería producir una vez que la ministra de Fomento se haya puesto en contacto con Brasil para conocer más detalles del concurso, los candidatos deberían tomar una decisión. A priori, un consorcio en el que participaran juntos Talgo y CAF sería poco probable porque son enemigos acérrimos en cualquier mercado. Pero, por sorprendente que parezca, podría haber una opción que satisficiera ambas candidaturas. Si el AVE carioca exige dos modalidades de tren de alta velocidad -una para hacer el recorrido entero Río de Janeiro-Sao Paulo y otra que actuara como lanzadera en recorridos intermedios- tanto Talgo como CAF podrían cubrir esas necesidades con el actual material rodante que poseen. Otra razón por la que podrían verse condenados a colaborar es el miedo a enfrentarse a Fomento para futuros concursos.
La presencia de los dos gigantes del negocio ferroviario español está justificada. La experiencia de Talgo en alta velocidad está más que demostrada y el último contrato ganado en La Meca es una razón por sí sola importante para poder ganar este concurso. Además, tiene un nuevo tren AVE, el Avril, aunque en este caso le podría estar ganando la partida CAF, cuyo nuevo proyecto de alta velocidad -el Oaris- ya está en fase de pruebas. El hándicap de CAF es que tiene menos proyección en alta velocidad, pero compensa esta desventaja con su tamaño internacional y con su presencia en Brasil, donde posee una factoría y ya ha ganado contratos.

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