martes, 21 de mayo de 2013

ACS QUIERE CONSTRUIR OBRA PÚBLICA EN MÉXICO

ACS pretende exprimir en México la experiencia de Cobra. Hasta 2018 se prevén concursos de infraestructuras por un total de 324.000 millones de euros, según información que maneja el Colegio de Ingenieros Civiles de México y que ACS da por buena. De esa cifra, el 36% se dirigirá a promover proyectos relacionados con redes de transporte, por un 64% que irá encaminado al desarrollo energético del país. Y es en este segundo apartado en el que se centrará ACS, por lo que Cobra, según fuentes cercanas a la compañía, tomará mayor protagonismo que Dragados en ese mercado.
A lo largo de 2012 ACS se adjudicó trabajo en plantas de hidrocarburos en México por 650 millones. Además, tiene relación con la Comisión Federal de Electricidad, para la que construye instalaciones de generación y distribución eléctrica. Ya durante el primer trimestre de 2013 México ha aumentado su protagonismo en las nuevas adjudicaciones del grupo en materia industrial. Los contratos totales firmados hasta marzo ascienden a 482 millones, de los que 384 millones corresponden al país norteamericano.
El primero de ellos es un contrato EPC (diseño, construcción y puesta en marcha) por 314 millones para la construcción de una plataforma de compresión de gas en el conjunto petrolífero de la Sonda Campeche, en el Golfo de México. En segundo lugar, ACS trabajará en distintos pozos petrolíferos del campo de Chicontepec, por 53,5 millones. Y el tercero de los encargos, por 17 millones, tiene que ver con dos líneas de transmisión de electricidad y la construcción de cinco subestaciones en los estados de Baja California, Chihuahua y Coahuila.
El presidente de ACS, Florentino Pérez destacó México como destino preferente en la junta de accionistas celebrada el pasado 10 de mayo. El ejecutivo lo valoró como uno de los países que apuesta más fuerte en infraestructuras, destinando inversiones anuales por encima del 5% de un PIB en alza.
 
México acaba de finiquitar el Programa Nacional de Infraestructuras 2007-2012, con el que se han generado más de 200.000 millones de dólares en obras. El nuevo plan promete 43.000 millones de dólares en infraestructuras eléctricas y otros 222.000 millones de dólares en instalaciones relacionadas con los hidrocarburos.
En contraposición al potencial de desarrollo de la construcción en México, la inversión pública en Europa apenas alcanza el 1,2% del PIB, y en España se espera que el volumen de obras suponga un 0,8% del PIB en el periodo 2013-2023. En este contexto, ACS aprecia oportunidades en infraestructuras energéticas en Centro Europa y estudiará las oportunidades en la colaboración público-privada para infraestructuras de transporte.
El 94% de la facturación de ACS en 2012 fue cosechada fuera de España, con principal aporte del área Asia-Pacífico. Con la filial Leighton liderando los mercados de minería y obra civil en Australia, ACS busca desarrollarse como proveedor de materias primas en India y China, además de aprovechar las energía en Japón.
El grupo español seguirá apostando por Estados Unidos y Canadá. Del primero de ellos destacó en la pasada junta de accionistas las oportunidades abiertas con la reforma de puentes y carreteras, así como el desarrollo de nuevas concesiones. La compañía facturó 9.200 millones en Norteamérica el año pasado (24% del total), operando principalmente con Dragados, Schiavone, Iridium, Hochtief, Turner y Flatiron.

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