lunes, 28 de enero de 2013

DESINVERSIONES DE EMPRESAS ESPAÑOLAS EN IBEROAMÉRICA

Firmas españolas desinvierten en el exterior

Algunas empresas, como Telefónica, Iberdrola y Ferrovial, lo hacen para rearmarse frente a la crisis. Otras porque apuestan a otros negocios. Dicen los manuales de navegación que para capear un temporal lo mejor es plegar velas. Esto es lo que buena parte de las grandes empresas españolas y los bancos más fuertes vienen haciendo -sin renunciar a explorar otros mares- a fin de equilibrar sus balances o prevenir vías de agua por endeudamiento.

El BBVA y Telefónica cerraron 2012 con sendas desinversiones al otro lado del Atlántico en las últimas semanas. Mientras el banco vendía sus negocios de fondos de pensiones de México y Colombia, por 1.300 y 407 millones de euros respectivamente, Telefónica cedía a la estadounidense SBA, por 133 millones, 800 torres de telefonía móvil en Brasil.

A estas operaciones, que siguen a otras similares o mayores en América, se sumaron importantes anuncios de venta en Europa por parte de Iberdrola (32 parques eólicos en Francia por 400 millones), el Santander (cesión parcial de su negocio de seguros a la holandesa Aegon, con plusvalía de 410 millones) y Repsol (activos de gas natural licuado que pasarían a GDF Suez por miles de millones).

El año fue pródigo en informaciones sobre movimientos de este tipo. Unos vinieron impulsados por necesidades de liquidez, otros por el imperativo de compensar la relación entre activos y deuda, y algunos por lo que podría denominarse el efecto YPF (temor a seguir el camino de salida que la presidenta argentina impuso a Repsol en abril, o que el presidente Evo Morales trazó para Red Eléctrica Española y hace unos días para Iberdrola en sus filiales bolivianas).

En un primer nivel de vinculación entre las ventas de activos y la urgencia de rearmarse ante la crisis estarían, señala el profesor de Estrategia en Esade, Luis Vives, los casos de Telefónica, Iberdrola y Ferrovial. Las tres tenían elevadas cotas de endeudamiento que les convenía rebajar en un contexto de recesión en su propia casa y de desaceleración o perspectivas de frenazo en el exterior. Un contexto en el que los mercados ya no toleran que ninguna empresa mantenga fardos de deudas por encima del doble o como máximo 2,5 veces superiores a sus Ebitda (beneficios antes de impuestos y gastos financieros). Es lo que Vives denomina desinversiones "reactivas" por apremiantes exigencias de empresa.

De acuerdo con este especialista, las ventas del BBVA y el Santander pertenecerían o se acercarían más a la categoría de las decisiones "proactivas" en la gestión: las enmarcadas en acciones estratégicas para adaptarse a los cambios y, en parte, para curarse en salud. No obstante, a veces lo activo se combina con lo reactivo.

BBVA, por ejemplo, atribuye sus operaciones en Colombia y México al hecho de que, como los reguladores no les permitían integrar sus administradoras de fondos de pensiones (AFP) en el negocio puramente bancario para promover "sinergias", lo mejor era deshacerse de esos fondos. Argumenta, además, que el "apetito" de los operadores locales hacia sus AFP permitió a la entidad saldar las ventas por un importe 14 veces superior al del beneficio anual esperado para esas gestoras.

Otro factor que no puede olvidarse, dice el profesor de Finanzas Juan Ignacio Sanz al explicar las últimas enajenaciones de la banca española, es que las entidades "necesitaban aflorar recursos propios en sus cuentas una vez que el Gobierno les obligó a aprovisionarse" para cubrir los cañones que les había dejado el sector inmobiliario.

Las desinversiones de compañías españolas siguen siendo contrapesadas por nuevas apuestas en el exterior.

Se trata de "diversificar fuentes de ingresos cuando la situación en España es difícil y cuando la prima de riesgo y las incertidumbres en la Zona Euro, aunque menores, aún impactan negativamente en el mercado de la deuda privada", dice el profesor de Economía Internacional Pedro Videla, del Iese. "Las desinversiones no tienen por qué ser una mala noticia, aunque en este momento haya más que sí lo son; en general, forman parte sustancial de la gestión del portfolio corporativo", subraya Luis Vives, profesor de Dirección General y Estrategia de empresas en Esade.

Sin negar ni desdeñar las desinversiones forzosas que las malas rachas imponen, Vives echa mano de ejemplos de ventas estratégicas que en su momento se saldaron con resultados positivos para todos los involucrados. Recuerda el caso de Roca, que empezó fabricando radiadores para después extender su actividad a los sanitarios y aparatos de aire acondicionado y, finalmente, desinvertir tanto en su rama inicial como en esa última a fin de concentrarse en los sanitarios. La operación "fue un éxito", al margen de las ulteriores dificultades y conflictos que la compañía padecería... y sigue sufriendo (cierre en Sevilla y también en Madrid).

Lo mismo que Gamesa, que "comenzó en la aeronáutica pero, ante las oportunidades en el campo de la energía eólica, desinvirtió en su negocio tradicional para reenfocarse hacia este otro". Gamesa, recién salida del Ibex 35, sí es hoy objeto de "malas noticias", pero hasta hace poco era puesta como ejemplo de triunfo en la apertura de mercados exteriores.

Bbva, Banco Santander, Meliá Hotels y Gas Natural Fenosa desinvirtieron en Iberoamérica. Durante el 2012, los grupos españoles realizaron desinversiones en la región para concentrarse en negocios principales.

La mañana previa a la Nochebuena, BBVA finiquitó la venta de su negocio de fondos de pensiones Horizonte en Colombia por 400 millones de euros al Grupo Aval.

Telefónica también concretó en los últimos días del año viejo la venta de las torres de telefonía celular en Brasil, por 133 millones de euros. Mientras que Meliá Hotels comunicó que su plan de desinversiones previsto se completó. Gas Natural Fenosa, por su parte, anunció la enajenación de los parques eólicos en Francia.

El repaso a las desinversiones del 2012, realizado por el diario Expansión y otros periódicos españoles, indica, además, que el grupo chileno CorpBanca adquirió, por 1.225 millones de dólares, los activos del Banco Santander Colombia.

Y que, en octubre, Telefónica enajenó su central de llamadas Atento en 15 países (incluida Colombia). El comprador fue el fondo estadounidense Bain Capital, que pagó 1.039 millones de euros.

Javier Montoya, analista de Alpha Plus, dice en el informe publicado en Expansión que muchas de las empresas españolas han conseguido ser líderes en sus mercados gracias a los años de bonanza y su visión para entrar en países emergentes. El experto añade, sin embargo, que los titulares de las noticias de negocios en el 2012 no se refirieron a compañías españolas que entran en nuevos mercados, ni a las adquisiciones de competidores en otros países, ni a políticas de expansión. La realidad ahora es mucho más cruel, y la mayoría de las noticias se refieren a la venta de todo o parte de filiales en otros países, reestructuraciones de deuda, cierre de unidades de negocio o rumores de inversores extranjeros interesados en lanzar ofertas de adquisiciones”, agregó.

Montoya afirma que estos casos no son más que los últimos ejemplos de la situación a la que se enfrentan compañías que dedicaban el esfuerzo de sus ejecutivos a diseñar planes de expansión y que ahora se ven abocadas a optimizar su cartera de activos maximizando el precio de las ventas, a la vez que reducen las pérdidas de las peores unidades de negocio, por la situación en Europa. En el informe Transactional Track Record se dice que, si bien algunas multinacionales españolas cerraron el último mes del 2012 con la venta de activos fuera de sus fronteras, el balance dejó en todo el año unas cifras de inversión similares a las contabilizadas en el 2011. El informe destaca, además, que entre las inversiones está la adquisición por Bankia de la mitad de Aseval a Aviva Europe, filial de la aseguradora británica Aviva.

BBVA sigue invirtiendo en Colombia

Cerramos un 2012 con un balance muy positivo, fue un excelente año. Colombia se consolida como una de las operaciones más importantes para BBVA en América del Sur. Nuestra confianza en el país es creciente y tenemos interés en seguir consolidándonos en el mercado local. Para el 2013 tenemos previstas inversiones por 200.000 millones de pesos dirigidas a la ampliación de la red de oficinas y cajeros automáticos, desarrollos tecnológicos, y nuevos productos y servicios, lo que ratifica nuestro compromiso y confianza en un mercado como Colombia”, señaló Oscar Cabrera Izquierdo, presidente de BBVA Colombia.

Además, economistas consultados por Efe no creen que las inversiones españolas se vayan a contraer en América Latina, por la crisis en Europa o las recientes expropiaciones en Bolivia y Argentina.

Iberdrola vendió activos no estratégicos por €850 millones en 2012
 
La eléctrica española Iberdrola vendió el pasado año activos por valor de €850 millones (US$1 mil 100 millones) dentro de un plan bianual diseñado para deshacerse de instalaciones y participaciones no estratégicas valoradas en €2 mil millones de euros entre 2012 y 2014.

Fuentes de la eléctrica indicaron que estos datos demuestran que el grupo “avanza de forma satisfactoria en el cumplimiento de sus objetivos” de desinversión, con los que pretende garantizar su fortaleza financiera en los próximos años. Entre las operaciones destaca la venta de 32 parques eólicos terrestres en Francia, con los que Iberdrola obtuvo 350 millones de euros, a los que podrían sumarse otros 50 millones en función del cumplimiento de determinados requisitos.

La eléctrica utilizó el mismo sistema -venta de los parques eólicos terrestres y mantenimiento de los marinos- en Alemania, donde traspasó todos los activos “onshore”  por algo más de 63 millones de euros. En los últimos días del año, Iberdrola cerró otra de sus grandes operaciones, la venta a Fluxys de su participación del 20 % en Medgaz -el gasoducto que une Argelia con España-, por la que obtuvo 146 millones de euros.

El pasado año, la eléctrica se desprendió de parte de sus activos en los Estados Unidos, con la venta de Energy Network por 50 millones de dólares  (unos 38.4 millones de euros) y de las comercializadoras Energetix y NYSEG Solutions por 110.2 millones de dólares  (unos 63 millones de euros) .

Además, en febrero traspasó su participación del 13.25 % de Gas Natural México por 82 millones de dólares  (63 millones de euros) y en octubre se deshizo de casi un 10 % de Euskaltel por 40 millones de euros.

Durante 2012, Iberdrola vendió activos gasistas en España y se desprendió de su participación en la empresa de ingeniería tecnológica GH Induction Group.

El último Plan Estratégico de Iberdrola, presentado en octubre, prevé unas desinversiones de al menos 2.000 millones de euros entre 2012 y 2014, aunque esta cifra podría elevarse hasta los 5.000 millones en caso de que fuera necesario. En aquel momento, se apuntó que las desinversiones se centrarían en activos y países no estratégicos, con el objetivo de compensar un “entorno adverso” , caracterizado por la caída de la demanda, los cambios en la regulación, principalmente en España, y las mayores cargas impositivas

Empresas multilatinas al ataque
 
Las compañías latinoamericanas han sacado ventaja de la crisis mundial, que ha obligado a muchas multinacionales de Europa a salir de la región. Colombia y Chile son los países que más han aprovechado el momento.

La crisis por la que atraviesa desde hace cinco años la economía mundial ha provocado una transformación empresarial sin precedentes en Latinoamérica. En el último quinquenio, muchas multinacionales del viejo continente y de Estados Unidos han tenido que adelantar urgentes reestructuraciones financieras para enfrentar la tormenta económica. Varias de ellas, ante los problemas de falta de liquidez y la necesidad de reducir el endeudamiento, han tenido que vender activos en la región. Esto ha sido aprovechado por las compañías locales más sólidas y con buena caja para expandirse, lo que ratifica el dicho de que las crisis de unos, son oportunidades para otros.

El resultado ha sido un reacomodamiento empresarial en el que se han consolidado y han surgido las multilatinas, término acuñado por la revista América Economía para destacar a las empresas de Latinoamérica que comenzaron a expandirse y hoy son reconocidas a nivel mundial. El sector en el que más han aprovechado las oportunidades ha sido el financiero, pues la crisis mundial tuvo su epicentro allí, pero también se destacan comercio, alimentos y minería. Aunque tradicionalmente las empresas brasileñas y mexicanas han sido las que mandan la parada en este sentido, ahora se están luciendo las de Colombia y Chile.

En cuanto a las multinacionales europeas que se han retirado sobresale el caso de España, uno de los países más golpeados por la crisis de la eurozona. Las empresas ibéricas habían encontrado, desde los años noventa, en Latinoamérica, el destino natural para su expansión mundial. Sin embargo, la situación hoy es a otro precio y muchas han tenido que replantear sus inversiones en el exterior. También han decidido desinvertir en la región empresas de Holanda, Reino Unido y Francia.

Se movió la banca

En cuanto a los grupos bancarios latinoamericanos se destaca el caso del Grupo Aval, el conglomerado financiero más grande de Colombia, cuyo propietario mayoritario es Luis Carlos Sarmiento Angulo. Puede decirse que el camino hacia la expansión regional de esta organización comenzó justamente al aprovechar la coyuntura difícil de los bancos internacionales. En 2010 el Grupo Aval adquirió por 1.900 millones de dólares el Banco Centroamericano BAC Credomatic –de propiedad de la multinacional estadounidense General Electric–, que decidió salir de su división financiera para moverse más cómodamente en medio de la crisis que sacudía a Wall Street. De este modo ese conglomerado colombiano, que maneja el 30 por ciento del mercado financiero nacional, entró pisando fuerte en esos países.

Dos años después, al cierre de 2012, el mismo grupo anunció la compra del fondo privado de pensiones Horizonte, del español BBVA, en una operación que ascendió a 530 millones de dólares. Detrás de esta noticia, que pasó sin mayor trascendencia por las fiestas de fin de año, está la decisión del BBVA de salirse de las operaciones que no considera rentables o vitales para sus negocios en las circunstancias. Por eso, dentro de su plan estratégico, el gigante ibérico decidió vender en noviembre del año pasado también su fondo de pensiones en México por 1.600 millones de dólares y tiene planes para salir de sus operaciones en Perú y Chile.

Hace un año, el competidor del BBVA en España, el Grupo Santander, salió de parte de sus activos en Latinoamérica. En esa ocasión, fue Corpbanca, el cuarto banco más grande de Chile, el que aprovechó la oportunidad. Adquirió por 1.225 millones de dólares la operación del Banco Santander en Colombia, con lo que la entidad austral entró al mercado colombiano. Pero Álvaro Saieh, dueño de Corpbanca, no se conformó y en octubre pasado compró las filiales del Helm Bank en Colombia. De esta manera el grupo financiero se convirtió en el quinto del mercado colombiano.

Por su lado Davivienda, el tercer banco de Colombia por su nivel de activos, también comenzó a expandirse en Centroamérica, aprovechando que uno de los grupos financieros más grandes del mundo: el banco HSBC, se retiró del área. Davivienda adquirió hace un año la operación del banco inglés en Costa Rica, Honduras y El Salvador. Otro que se metió en la fiesta fue el Grupo Gilinski, propietario del banco GNB Sudameris, que adquirió las operaciones del HSBC en Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay. El grupo vuelve a tener una participación visible en la banca nacional luego de las décadas de los ochenta y noventa, cuando fue dueño del Banco Andino y del Banco de Colombia.

Pero sin duda el Grupo Sura protagonizó la operación estrella, por su tamaño y por sus implicaciones desde el punto de vista de crecimiento regional. Hace año y medio, esta organización colombiana adquirió por 3.763 millones de dólares las operaciones del grupo holandés ING, que salió del negocio de pensiones en Latinoamérica en busca de liquidez. Con esta compra Sura se quedó con el negocio de pensiones y seguros de la compañía holandesa en Chile, México, Perú y Uruguay. De esta manera la multilatina colombiana se consolidó como la primera en el negocio de pensiones de la región.

También se destaca Bancolombia, que en 2007 compró el Banco Agrícola de El Salvador por 900 millones de dólares y, a finales del año pasado, adquirió el 40 por ciento del Grupo Agromercantil Holding, de Guatemala por 216 millones de dólares. En ese acuerdo está previsto, a mediano plazo, adquirir el control del banco guatemalteco, considerado el cuarto más importante de ese país. Este grupo centroamericano es propietario del Conglomerado Financiero Agromercantil integrado por el Banco Agromercantil BAM de Guatemala, Mercom Bank Ltd, entidad bancaria off shore con sede en Barbados y Seguros Agromercantil de Guatemala, entre otros. De este modo Bancolombia aumenta su participación en el exterior, pues ya está en El Salvador, Panamá, Puerto Rico, Islas Caymán, Perú y Florida.

El avance internacional de la banca colombiana es sorprendente. Mientras en 2007 apenas tenía 35 filiales en el exterior, hoy tiene más de 180. Actualmente maneja el 12 por ciento del sector bancario de Panamá, el 13 por ciento de Costa Rica y el 52 por ciento de El Salvador. Y sus activos a en el exterior superan los 30.000 millones de dólares.

Cambio de jugadores

Ante la difícil situación económica que también tocó las puertas de Francia, Carrefour, la segunda cadena de hipermercados más grande del mundo, decidió vender parte de sus activos. No solo salió de países como Grecia, sino que tuvo que acudir a la venta de algunos de sus hipermercados en Latinoamérica.

Y los chilenos sacaron partido de esta oportunidad. A finales del año pasado la multinacional francesa vendió los 93 almacenes y tiendas que tenía en Colombia a la chilena Cencosud por 2.600 millones de dólares. La cadena austral ya anunció que en el primer semestre del año iniciará el proceso de cambio de nombre de los almacenes, que pasarán a llamarse Jumbo.

Los chilenos han apostado duro en Colombia y Latinoamérica. Hoy en el país están presentes las cadenas La Polar, Ripley, Easy, Mall Plaza, Parque Arauco y Falabella, entre otros. La semana pasada esta última anunció inversiones por 3.341 millones de dólares en los próximos tres años como parte de su plan de expansión en Chile, Colombia, Perú y Argentina. Falabella cuenta con 296 tiendas y 31 centros comerciales en la región.

Por otro lado, la venta de los activos en Colombia de las empresas españolas también fue aprovechada el año pasado por Sarmiento Angulo, quien le compró la Casa Editorial El Tiempo al Grupo Planeta.

Los españoles también salieron de algunos activos en otros sectores. En infraestructura, por ejemplo, la compañía Cintra vendió a la colombiana Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) su participación total en la empresa Intervial de Chile.

Todo indica que la hora de las multilatinas no ha terminado.  Hace unos meses se supo que la multinacional suiza de alimentos Nestlé venderá sus activos ubicados en varios países de Latinoamérica, entre ellos Venezuela y México, y que están valorados en cerca de 1.000 millones de dólares, con el fin de financiar la compra de la división de Pfizer nutrición. En Colombia, voceros de la compañía han anunciado que mantendrán sus inversiones. En el país hay pesos pesados en el sector de alimentos. El Grupo Nutresa de Colombia es un ejemplo. Es la organización empresarial que más rápido crecimiento internacional ha tenido en Colombia en los últimos años. y ya tiene en su portafolio 11 empresa extranjeras. Por capitalización bursátil (valor en Bolsa) es la tercera compañía de alimentos en Latinoamérica y por ventas está en el puesto número seis.

También se anticipa una movida en el sector energético, pues la petrolera española Repsol anunció que venderá sus activos de gas licuado en Perú, uno de sus negocios más preciados. Las oportunidades también están en la propia Europa. Un estudio del experto empresarial español Javier Santiso reveló que 77 de las 177 multilatinas más grandes, es decir el 43%, tiene presencia en Europa. Cabe recordar que hace unas semanas el Grupo Efromovich, propietario mayoritario de Avianca, quiso comprar la aerolínea portuguesa TAP, que por la crisis de la eurozona está en venta. Aunque el gobierno de Lisboa no aceptó la oferta, al menos por ahora, el empresario anunció que seguirá intentándolo. En síntesis, todo indica que ha cambiado el mapa empresarial en Latinoamérica. 

Ola de negocios

• Grupo Aval: Compró en Centroamérica al Banco BAC Credomatic, brazo financiero de GE. La operación ascendió a 1.900 millones de dólares. También compró la AFP Horizonte de Colombia del BBVA por 530 millones de dólares. El mayor accionista de Aval, Luis Carlos Sarmiento Angulo le compró la Casa Editorial El Tiempo al Grupo español Planeta por 300 millones de dólares.

• Davivienda: Compró la operación del HSBC (Reino Unido) en Costa Rica, Honduras y El Salvador por valor de 801 millones de dólares.

• Grupo Gilinski: Adquirió la operación del HSBC (Reino Unido) en Colombia, Uruguay, Paraguay y Perú. Pagó 400 millones de dólares.

• Grupo Sura: Le compró a ING de Holanda, los activos en pensiones, seguros y fondos de inversión en Chile, México, Perú, Uruguay y Colombia. La operación ascendió a 3.763 millones de dólares.

• Grupo Argos: Se quedó con unos activos de la cementera francesa Lafarge en Estados Unidos. Pagó 760 millones de dólares

• ISA de Colombia: Adquirió a Cintra (España) la filial Intervial Chile. La operación ascendió a 580 millones de dólares.

• Corpbanca de Chile: Le compró al Grupo Santander de España, la operación del Banco Santander en Colombia. Pagó 1.225 millones de dólares. El grupo chileno también compró a HelmBank en Colombia por 1.278 millones de dólares.

• Cencosud (Chile): Le compró a la francesa Carrefour los hipermercados y tiendas en Colombia por 2.600 millones de dólares.

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